Contratos financieros: créditos, leasing, factoring, préstamos.
 

Gestión de cobros y ejecución de garantías.
 

Cumplimiento normativo y auditorías legales.
 

Litigios civiles
 

Acuerdos con proveedores y fintechs.

Porque en el sector financiero un error jurídico cuesta dinero y compromete la reputación de la entidad.

Porque la confianza del cliente y del mercado se construye también sobre la seguridad jurídica de cada producto financiero.

Porque en escenarios de crisis o incumplimiento, la diferencia entre perder o recuperar está en la estrategia legal.

Porque un abogado no solo reacciona ante un conflicto: lo previene desde la raíz.

Porque el cumplimiento normativo no es opcional: es una obligación que requiere interpretación experta y acción rápida.

Porque en un entorno cada vez más exigente, la banca que crece es la que se protege legalmente desde adentro.